Ayer y hoy: La Residencia de Villarcayo cumple 50 años |
LA RESIDENCIA DE VILLARCAYO CUMPLE 50 AÑOS
Construida por la Caja de Ahorros Municipal de Bilbao, albergó
una colonia infantil de niñas y niños vizcaínos entre 1962 y 1981
Por Iñaki LIamas
Bilbao, 10 de septiembre de 2012.
ANTECEDENTES
La Caja de Ahorros Municipal de Bilbao había inaugurado en 1925 la Colonia Escolar Marítima de Pedernales, a orillas del Cantábrico —en plena desembocadura de la ría de Gernika—, con capacidad para 100 niños y niñas. Se eligió aquel emplazamiento por los beneficios que se entendía entonces, reportaría a la salud de los chavales el aire libre, el sol y el agua marina.
SE PLANTEA LA IDEA DE UNA NUEVA RESIDENCIA "DE ALTURA"
Más de treinta años después, la Caja, coincidiendo con un incremento de los beneficios debido al buen momento económico, dentro del plan de expansión de su Obra Social, se plantea la conveniencia de crear una nueva Residencia infantil en un clima seco "de altura o media altura", ideal especialmente para niños con afecciones respiratorias y asmáticas. Para ello, inicia la búsqueda de varios emplazamientos en el norte de Burgos.
No debemos olvidar que durante esos años se estaba viviendo un incremento notable de la población en edad escolar, causado principalmente por dos factores: a) La reducción drástica de la mortalidad infantil gracias a las mejoras en las condiciones higienico-sanitarias; y b) la explosión de natalidad —o "baby boom"— que tuvo lugar a partir de mediados de los 50, y que se prolongará hasta mediados de los 70, coincidiendo con unos años de bonanza económica. Ello, unido a la incorporación masiva de la mujer al trabajo —abandonando paulatinamente el tradicional papel de simple ama de casa—, hacía que este tipo de instituciones en régimen de internado fuesen más necesarias que nunca.
LA ELECCION DE VILLARCAYO
Finalmente, y tras barajarse también Medina de Pomar para su ubicación, se elige Villarcayo como el emplazamiento definitivo, cuyo Ayuntamiento cederá los terrenos a la Caja a un precio simbólico. El lugar era perfecto: altitud propia de la meseta castellana, clima seco, aire limpísimo, al lado de un río —el Nela—, a las afueras pero cerca del pueblo —a 10 minutos del centro—... En Agosto de 1960 se coloca la primera piedra de lo que durante dos décadas sería la Residencia Infantil "Nuestra Señora de los Angeles". Tendrá una capacidad para más de cuatrocientos niños y niñas, es decir, cuatro veces la capacidad entonces de la Colonia de Pedernales.
TRES INAUGURACIONES PARA UNA MISMA INSTITUCION
Aún si rematar del todo el edificio, se lleva a cabo la "inauguración de hecho" a primeros de Octubre de 1962 con un grupo de unas 80 niñas procedentes de la citada Colonia de Pedernales, que ya conocían la disciplina de un internado. El Día del Ahorro —31 de Octubre—, las autoridades de la Caja realizan una "pre-inauguración parcial" de la nueva Residencia Infantil "Nuestra Señora de los Angeles", celebrando la primera misa en la capilla. Por si esto fuera poco, y queriendo dar más pompa y boato al asunto, se celebra la "inauguración oficial" el 16 de Agosto de 1963 —día de San Roque, fiesta patronal de Villarcayo— con la presencia de la misma Carmen Polo, esposa de Franco, que deja por unas horas sus tranquilas vacaciones en San Sebastián para desplazarse a este bello rincón del río Nela. Pero como decimos, la Residencia ya llevaba funcionando desde hacía diez meses.
EL EQUIPAMIENTO
Las instalaciones, en medio de una finca rodeada de multitud de árboles de diferentes especies —verdadero jardín botánico—, estaban dimensionadas para dar servicio a más de cuatrocientos niños y niñas, separados por sexos:
- Nueve dormitorios divididos en ocho camarillas "de a 6"
- Comedor único
- Ocho aulas (inicialmente cuatro, hasta la implantación de la EGB hacia 1970)
- Dos salas de juego enormes, con diversos juegos de mesa, futbolines, etc.
- Dos patios de recreo, de asfalto, con columpios, toboganes...
- Dos campos de juego, de hierba, con porterías de fútbol y canchas de baloncesto
- Cuatro piscinas
- Un salón de actos con escenario y pantalla de cine
Todo ello en medio de un entorno con muchas posibilidades para llevar a cabo todo tipo de excursiones y actividades. Se recuerdan especialmente las chocolatadas y tortilladas que hacían, al aire libre, en diversos parajes a orillas del río Nela.
LOS NIÑOS Y NIÑAS RESIDENTES
Fueron varios miles las niñas y niños vizcaínos que pasaron por Villarcayo. Las tandas o turnos en los últimos años eran dos en verano —Julio y Agosto— y uno en el curso escolar. Sin embargo, antes de implantarse la EGB en 1970, la rotación era mayor, incluso en invierno. Teniendo en cuenta que la Residencia estuvo funcionando en el periodo 1962-1981, y que la edad para estar allí abarcaba desde los 7 hasta los 13 años, aquellos niños y niñas tienen ahora edades comprendidas entre los 38 y los 63 años.
EL PERSONAL
La plantilla de trabajadores a cargo de la Residencia —casi todos de Villarcayo—, era cercano al centenar: no sólo maestros y monitoras, sino también un pequeño ejército de cocineras, limpiadoras, costureras, electricistas, fontaneros, jardineros... Hasta 1979, la dirección estaba a cargo de una pequeña comunidad de Hijas de la Caridad. Los dos últimos años, las riendas las llevó Mª Jesús Casas, trabajadora de la Caja que hasta ese año había dirigido el Centro de Atención a la Mujer y al Niño en Bilbao —clínica materno-infantil clausurada a finales del 79, conocida popularmente como "La Gota de Leche", y cuyo edificio ocupa hoy el Hotel Indautxu—. Las monitoras —una por cada 48 niños, más las suplentes— vivían también internas, y si se casaban tenían que dejar su trabajo. No obstante, los empleados de la Residencia eran la envidia de los del pueblo, ya que el poder adquisitivo de sus sueldos "de Bilbao" era muy elevado comparado con los de Villarcayo.
VILLARCAYO, LA "NIÑA BONITA" DE LA CAJA DE AHORROS
Durante los años 60, la Residencia de Villarcayo era la obra social de la Caja de Ahorros Municipal de Bilbao de mayores dimensiones, y de la que se sentía especialmente orgullosa, como se puede comprobar en sus Memorias anuales. No sólo se organizaban excursiones para que los clientes de la Caja conocieran "in situ" aquel milagro, sino que también era mostrada con orgullo a diversas personalidades, tanto nacionales como extranjeras, a quienes la institución bilbaína quería impresionar. Todo un éxito, que le animó en 1964 a proyectar una película promocional —de 12 minutos— sobre la Residencia, titulada "Vivir un sueño". Este cortometraje, que recoge imágenes irrepetibles, no sólo de Villarcayo, sino también de Bilbao, corre peligro de perderse si no se acomete pronto una restauración digital.
LAS SECUELAS INMEDIATAS
El éxito alcanzado con la Residencia de Villarcayo animó a la Caja a construir otra en Albelda —en La Rioja, a 8 kilómetros de Logroño, inaugurada en 1971— también con capacidad para 400 niños, y reformar la de Pedernales hasta duplicar su capacidad de 100 a 200 plazas. Como indicábamos anteriormente, eran los años del "baby boom" que tuvo lugar en el periodo 1955-75, y la Caja creyó conveniente reforzar sus obras sociales dedicadas a la infancia.
EL FINAL
Con la crisis económica de los años 70, y el consiguiente descenso de los beneficios de la Caja de Ahorros, vinieron los problemas. Tras la democratización de sus órganos rectores en 1979 —coincidiendo con las primeras elecciones municipales democráticas después del franquismo—, se toma la decisión de clausurar algunas de sus obras sociales, bajo la premisa de que "aunque cubrieron en su día una auténtica necesidad social, han quedado ahora obsoletas, por estar sus campos de actividad cubiertos y atendidos por la Seguridad Social y otras entidades públicas". Entre otras, se cerrarán las Residencias infantiles de Albelda —que apenas estuvo en funcionamiento 9 años— y Villarcayo. Pesaban, sobre todo, razones económicas. Como dato, decir que a finales de los 70, sólo las tres Residencias infantiles de Pedernales, Villarcayo y Albelda consumían la tercera parte del presupuesto total de la Obra Social de la Caja de Ahorros Municipal de Bilbao. La Residencia de Villarcayo cerrará sus puertas definitivamente el 30 de Junio de 1981, tras casi 19 años de funcionamiento.
Esta fue la feliz singladura de una institución planteada con mimo. Aunque sobredimesionada, según los actuales parámetros aplicables a este tipo de centros, constituyó un verdadero lujo para buena parte de los miles de niñas y niños vizcaínos que disfrutaron allí en alguna de sus tandas de verano o invierno, muchos de los cuales recuerdan hoy día aquellos momentos con verdadera nostalgia.
LA WEB DE LA RESIDENCIA
Desde Diciembre de 2004, existe una web de reencuentro (http://villarcayo.net46.net/) donde, poco a poco, se van dando cita muchos ex-compañeros de aquella lejana experiencia. Dicha web se va alimentando de aportaciones de los ex-residentes —fotos, relatos, comentarios...—, así como otros materiales —artículos periodísticos, postales...—. A través de ella también se organizan encuentros de ex-residentes en Bilbao para compartir aquellas vivencias, donde todo aquél que quiera acudir es bienvenido. En Octubre de 2009 se celebró un gran encuentro en Villarcayo, dándose entonces cita más de 80 personas, entre ex-alumnos, monitoras, profesores e, incluso, su última directora, Mª Jesús Casas, fallecida recientemente. De la misma manera, tiene previsto celebrarse otro encuentro masivo en Villarcayo el próximo día 20 de Octubre de 2012, coincidiendo con el 50º aniversario de la inauguración de la Residencia.
LA RESIDENCIA DE VILLARCAYO, DESDE 1981 HASTA HOY
En 1981, la Caja de Ahorros vende la Residencia —edificio y finca— al Ministerio de Justicia, quien lo va a utilizar como Centro de Protección de Menores —apenas un centenar de internos—. Se le rebautiza como Residencia "Las Merindades". Así va a funcionar hasta finales de los 80, en que es transferida a la Junta de Castilla y León. Esta, decide clausurar el centro, tras lo que se abre un debate sobre qué hacer con unas instalaciones tan enormes. Como no parecía factible volver a darle un único uso, poco a poco se van inaugurando en ella tres grandes servicios:
- A finales de los 90, se pone en marcha una Residencia de la Tercera Edad en el ala que fue comedor, habitaciones de monitoras y monjas, lavadero, ropero, etc.
- En 2006, se inaugura en el cuerpo central del edificio, un Centro de Salud y Especialidades Médicas, tras hacer una reforma integral del interior, y acondicionar los patios de juego como aparcamientos.
- A primeros de 2009, y tras las pertinentes obras de reforma, que suponen la eliminación de las antiguas piscinas para hacer un edificio anexo a las antiguas escuelas de la Residencia, se traslada a este nuevo centro el viejo colegio público "Princesa de España" de Villarcayo, existente a escasos 200 metros del lugar, camino del centro del pueblo.
El uso de los amplios jardines ha sido cedido por la Junta de Castilla y León al Ayuntamiento, al igual que la capilla y el salón de actos —estos dos últimos, pendientes de rehabilitación—. Sin lugar a dudas, podemos afirmar que la Residencia de Villarcayo sigue estando a pleno rendimiento... 50 años después.