Ayer y hoy: La Residencia de Villarcayo (1962-1981), una visión global |
- LA RESIDENCIA DE VILLARCAYO (1962-1981): UNA VISION GLOBAL(*)
Por Iñaki LIamas
Bilbao, 13 de septiembre de 2010.
ANTECEDENTES
La Caja de Ahorros Municipal de Bilbao había fundado en 1925 la Colonia Escolar de Pedernales-Sukarrieta, con capacidad para 100 niños y niñas. Se eligió aquel emplazamiento por los beneficios que se entendía entonces, reportaría a la salud de los chavales el aire libre, el sol y el agua del mar.
SE PLANTEA LA IDEA DE UNA NUEVA RESIDENCIA "DE ALTURA"
Más de treinta años después, la Caja, coincidiendo con un incremento de los beneficios debido al buen momento económico, dentro de su plan de expansión de su Obra Social, se plantea la conveniencia de crear una nueva Residencia en un clima seco "de altura o media altura”, ideal especialmente para chavales con afecciones respiratorias y asmáticas. Para ello, inicia la búsqueda de varios emplazamientos en el norte de Burgos.
LA ELECCION DE VILLARCAYO
Finalmente, se elige Villarcayo como el emplazamiento definitivo, cuyo Ayuntamiento cede los terrenos a la Caja a un precio simbólico. La ubicación era perfecta: altitud propia de la meseta castellana, al lado de un río —el Nela—, a las afueras pero cerca del pueblo —a 15 minutos del centro—... En Agosto de 1960 se coloca la primera piedra. Tendría una capacidad para más de cuatrocientos niños y niñas, es decir, cuatro veces la capacidad entonces de la Colonia de Pedernales.
TRES INAUGURACIONES PARA UNA MISMA INSTITUCION
Aún si rematar del todo el edificio, se lleva a cabo la “inauguración de hecho” a primeros de Octubre de 1962 con un grupo de unas 80 niñas procedentes de la Colonia de Pedernales. El Día del Ahorro (31 de Octubre) las autoridades de la Caja hacen una “pre-inauguración oficial” de la nueva Residencia Infantil “Nuestra Señora de los Angeles”, celebrando la primera misa en la capilla. Por si esto no fuera poco, y queriendo dar más pompa y boato al asunto, se celebra la “inauguración oficial” el 16 de Agosto de 1963 —día de San Roque, fiesta patronal de Villarcayo— con la presencia de la misma Carmen Polo, esposa de Franco, que deja por unas horas sus tranquilas vacaciones en San Sebastián para desplazarse a este bello rincón del río Nela. Pero como decimos, la Residencia ya llevaba funcionando desde hacía diez meses.
EL EQUIPAMIENTO
Las instalaciones, en medio de una finca rodeada de multitud de árboles de diferentes especies, verdadero jardín botánico, estaban dimensionadas para dar servicio a los más de cuatrocientos niños y niñas, separados por sexos:
- Nueve dormitorios divididos en ocho camarillas “de a 6”
- Comedor único
- Ocho aulas (inicialmente cuatro, hasta la implantación de la EGB hacia 1970)
- Dos salas de juego enormes, con diversos juegos de mesa, futbolines, etc.
- Dos patios de recreo, de asfalto, con columpios, toboganes...
- Dos campos de juego, de hierba, con porterías de fútbol y canchas de baloncesto
- Cuatro piscinas
- Un salon de actos con escenario y pantalla de cine
Todo ello en medio de un entorno con muchas posibilidades para llevar a cabo todo tipo de excursiones y actividades. Se recuerdan especialmente las chocolatadas y tortilladas que hacían, al aire libre, en diversos parajes a orillas del río Nela.
LOS NIÑOS Y NIÑAS RESIDENTES
Fueron varios miles los niños y niñas vizcainos que pasaron por Villarcayo. Las tandas o turnos en los ultimos años eran dos en verano —Julio y Agosto— y uno en el curso escolar. Sin embargo, antes de implantarse la EGB hacia 1970, la rotación era mayor, incluso en invierno. Teniendo en cuenta que la Residencia estuvo funcionando en el periodo 1962-1981, y que la edad para estar allí iba de los 7 a los 13 años, aquellos niños y niñas tienen ahora edades comprendidas entre los 36 y los 61 años.
EL PERSONAL
La plantilla de trabajadores a cargo de la Residencia —casi todos de Villarcayo—, era cercano al centenar: no sólo maestros y monitoras, sino también un pequeño ejército de cocineras, limpiadoras, costureras, electricistas, fontaneros, jardineros... Hasta 1979, la dirección estaba a cargo de una pequeña comunidad de monjas Hijas de la Caridad. Los dos ultimos años, las riendas las llevó Mª Jesus Casas, trabajadora de la Caja que hasta ese año había dirigido el entonces recién clausurado Centro de Atención a la Mujer y al Niño, en Indautxu —clínica maternal, obra también de la Caja—. Las monitoras —una por cada 48 niños, más las suplentes— vivían también “internas”, y si se casaban tenían que dejar su trabajo. No obstante, los empleados de la Residencia eran la envidia de los de Villarcayo, ya que el poder adquisitivo de sus sueldos era muy elevado comparado con los de allí.
VILLARCAYO, LA “NIÑA BONITA” DE LA OBRA SOCIAL DE LA CAJA
Durante los años 60, la Residencia de Villarcayo era la obra social de la Caja de Ahorros Municipal de Bilbao de mayores dimensiones, y de la que se sentía especialmente orgullosa, como se puede comprobar en las Memorias de la época. No sólo se organizaban excursiones para que los clientes de la Caja conocieran “in situ” aquel milagro, sino que también era mostrada con orgullo a diversas personalidades, tanto nacionales como extranjeras, a quienes la institución financiera quería impresionar. Todo un éxito, que le animó en 1964 a proyectar una película promocional sobre la Residencia, titulada “Vivir un sueño”. Este cortometraje, que recoge imágenes irrepetibles, no sólo de Villarcayo, sino también de Bilbao, corre peligro de perderse si no se acomete pronto una restauración digital.
LAS SECUELAS INMEDIATAS
El éxito alcanzado con la Residencia de Villarcayo animó a la Caja a construir otra en Albelda —en La Rioja, a ocho kilómetros de Logroño, e inaugurada en 1971— también con capacidad para 400 niños, y reformar la de Pedernales hasta duplicar su capacidad de 100 a 200 plazas. Eran los años del la explosión demográfica, o “baby boom”, que tuvo lugar entre 1955-75, y la Caja creyó conveniente reforzar sus obras sociales dedicadas a la infancia.
EL FINAL
Con la crisis económica de los años 70, y el consiguiente descenso de los beneficios de la Caja de Ahorros, vinieron los problemas. Tras la democratización de sus órganos rectores en 1979, tras las primeras elecciones municipales, se tomó la decisión de cerrar algunas de las obras sociales. Entre otras, se cerrarían las Residencias de Albelda —que apenas estuvo en funcionamiento 9 años— y Villarcayo. Pesaban, sobre todo, razones económicas. Como dato, decir que a finales de los 70, sólo las tres Residencias infantiles de Pedernales, Villarcayo y Albelda se comían la tercera parte del presupuesto total de la Obra Social de la Caja de Ahorros Municipal de Bilbao. La Residencia Infantil “Nuestra Señora de los Angeles” cerraría sus puertas definitivamente el 30 de Junio de 1981, tras casi 19 años de funcionamiento.
EL REENCUENTRO
Esta fue la feliz singladura de una institución planteada con mimo: aunque sobredimesionada según los actuales parámetros aplicables a este tipo de centros, constituyó un verdadero lujo para buena parte de los miles de niñas y niños vizcainos que disfrutaron allí en alguna de sus tandas de verano o invierno, muchos de los cuales recuerdan hoy día aquellos maravillosos momentos. Desde hace poco más de cinco años, existe una web de reencuentro donde, poco a poco, se van dando cita muchos excompañeros de aquella lejana experiencia. Dicha web se puede encontrar en Google, escribiendo simplemente estas tres palabras mágicas: Residencia Infantil Villarcayo. La web ha dado ya sus frutos, destacando especialmente el encuentro que en Octubre del pasado año 2009 tuvo lugar en Villarcayo, donde se dieron cita más de 80 personas, entre ex-alumnos, monitoras, profesores e, incluso, su última directora, Mª Jesús Casas.
EN 2012, SE CUMPLEN 50 AÑOS DESDE LA INAUGURACIÓN
Una parte de l@s ex-residentes, agrupados en torno a dicha web, tienen previsto celebrar un nuevo encuentro en Villarcayo, en octubre de 2012, coincidiendo con los cincuenta años desde que se inauguró la Residencia. Para ello, confían contar, de nuevo con la colaboración del Ayuntamiento de Villarcayo, y de la Bilbao Bizkaia Kutxa, entidad sucesora de la antigua Caja de Ahorros Municipal de Bilbao.
LA RESIDENCIA DE VILLARCAYO, DESDE 1981 HASTA HOY
En 1981, la Caja de Ahorros vende al Ministerio de Justicia la Residencia —edificio y finca—, quien lo va a utilizar como Centro de Protección de Menores —apenas un centenar de internos—. Se le rebautiza como Residencia “Las Merindades”. Así va a funcionar hasta finales de los 80, en que es transferida a la Junta de Castilla y León. Esta, decide clausurar el centro, tras lo que se abre un debate sobre qué hacer con un centro tan enorme, en el norte de Burgos. Como no parecía factible volver a darle un único uso, poco a poco se van inaugurando en él tres grandes servicios:
- A finales de los 90, se pone en marcha una Residencia de la Tercera Edad en el ala que fue comedor, habitaciones de monitoras y monjas, lavadero, ropero, etc.
- En 2006, se inaugura en el cuerpo central del edificio, un Centro de Salud y Especialidades Médicas, tras hacer una reforma integral del interior, y acondicionar los patios de juego como aparcamientos.
- A primeros de 2009, y tras las pertinentes obras de reforma, que suponen la eliminación de las antiguas piscinas para hacer un edificio anexo a las antiguas escuelas de la Residencia, se traslada a este nuevo centro el viejo colegio público “Princesa de España” de Villarcayo, existente a escasos 200 metros del lugar, camino del centro del pueblo.
(*) Este artículo fue escrito inicialmente como base documental de apoyo para el reportaje "Residencia Villarcayo: un viaje al recuerdo", elaborado y emitido por Euskal Telebista (ETB) en Octubre de 2010. Posteriormente, y con ligeras modificaciones, ha sido publicado en el periódico mensual "Crónica de las Merindades" en Octubre de 2012, con el título "La Residencia de Villarcayo cumple 50 años".